Superar un desengaño amoroso con 6 consejos
Cuando tenemos un desengaño amoroso, no debemos cerrar el corazón para evitar el dolor, pues también lo cerramos al amor.
"Cuando te proteges del dolor, asegúrate de que no te proteges del amor." A. Cohen
Muchas veces en la vida nos enfrentamos a una experiencia donde empeñamos nuestro corazón y alma en una relación sólo para acabar nuestro corazón roto, con un desengaño amoroso. Sentimos que todos nuestros esfuerzos fueron en vano, y que aunque dimos todo, estamos de pie en medio de los escombros de lo que queda de nosotros.
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A menudo lo que ocurre después de una experiencia así es que decidimos que no vamos a permitir que nos lastimen de nuevo. Cerramos nuestros corazones y somos extremadamente cautelosos cuando se trata de amar, o en cualquier otra situación que nos obligue a abrir nuestro corazón. Queremos pruebas de que cualquier nueva relación es segura para nuestro corazón.
¿Algo de esto te suena familiar?
Cuando tenía quince años, tenía mi corazón roto en mil pedazos y era la culminación de muchos años de sufrimiento. A diferencia de muchas personas, mi infancia estaba lejos de ser ideal y a la edad de 15 años, estaba quemado. Suena dramático, pero así es como me sentía. Una tarde, me senté en mi habitación y tracé un plan para superar mi dolor. Mi plan era simple: nunca mas iba a dejar que ningún ser humano se me acercara y nunca jamás mostraría mi verdadero yo. En mi retorcida lógica de 15 años de edad, la idea de ser un cabrón era una solución acertada.
Ignorar no te sana
Así que fui y me convertí en un tipo áspero y duro. Miro hacia atrás recordando esos días y me río porque no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Los siguientes diez años terminé dejando distancia con la gente y aunque había logrado maravillas en el plano material, mi corazón nunca había sanado.
En todo caso, todo lo que había hecho era esconderlo debajo de una alfombra e ignorarlo. Eso no cura nada, y todo lo que hizo fue empeorar las cosas.
Cuando tenía veinticinco años, mi mundo cambió porque mi perspectiva empezó a cambiar. Cada meta material solo trajo una mayor constatación de lo vacía que era mi vida, y me asustó ver el infierno que tenía dentro de mí. La idea de que el resto de mi vida iba a seguir siendo este vacío no era algo que iba a tolerar.
Una cosa llevó a la otra, y me vi obligado a hacer frente a mis problemas. En el proceso de hacerlo terminé sanando mi corazón y dándome cuenta de que cerrar mi corazón a la posibilidad de ser herido es la cosa más estúpida que puedes hacer. A continuación verás por qué.
1. Las cosas suceden por una razón
Las personas entran en tu vida por una razón. A menudo es para enseñarte algo y/o para hacerte una mejor persona. A lo largo de siglos y de numerosos sistemas de creencias, ha habido una constatación de estas ideas que nos une a todos. Lo ideal es que las cosas sucedan por una razón. A veces las razones son inmediatamente aparentes y otras veces no lo son tanto. Cualquiera que sea el caso, hay que estar en paz sabiendo que cualquier experiencia que estés teniendo está sucediendo con un propósito.
Cuando miro hacia atrás en mi infancia, veo por qué yo tenía que tener una experiencia así. Esto me hizo ser lo que soy ahora y no hay otra persona que yo preferiría ser. Sí, he sufrido y fue a través de un tremendo dolor, pero el dolor me trajo la compasión y la comprensión. No cambiaría esos días por nada.
2. Todas las experiencias son oportunidades
Cada relación y cada experiencia son una oportunidad para mejorar. Ninguno de nosotros nació con una infinita sabiduría. La sabiduría se gana, y la ganamas a través de nuestras experiencias.
Tú tienes el libre albedrío para determinar cómo vas a experimentar un evento. Si el caso no se resuelve a tu gusto, puedes dejar que te destruya o puedes optar por tomar las lecciones que puedas y simplemente aprender de ellas.
Esto no significa que te niegues a sentirte molesto o herido. Tiene que permitirte sentir lo que sientes, pero no dejes que esos sentimientos de tristeza te paralicen.
Permítete tener d un día de autocompasión y luego sigue adelante. Estar atrapado no es atractivo ni te permite hacer nada positivo.
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3. No conseguir lo que quieres puede ser una bendición
Si una relación no funciona, debes ser agradecido. Esto significa que no es bueno para ti. Cuando miro hacia atrás en todas mis experiencias en las que se rompió mi corazón, estoy muy agradecido de que ninguna de esas relaciones funcionara.
Si algunas de esas experiencias hubiera funcionado como había deseado, creo que habría terminado en una situación mucho peor. Un poco irónico, ¿no?
Hay una ley de la vida que todos tenemos que aceptar y es que si algo es bueno para ti, sucederá. Si algo no es bueno para ti, no va a suceder.
Ahora hay una advertencia a esta ley y es el punto número cuatro...
4. Recuerda que debes hacer algo por tu parte
Se dice que "se necesitan dos personas para bailar un tango." Muchas veces la gente se queja de que el objeto de su afecto no hizo lo que era correcto y a menudo ignora lo que ellos mismos hicieron. Cualquier relación puede ser curada si estás dispuesto a ser abierto y honesto. El juego de la culpa nunca resuelve nada. Y a veces una relación tiene que terminar sin importar lo duro que pueda ser tratar de arreglarla.
El romance y la vida están destinados a ser una experiencia de aprendizaje, nadie dijo que fuera a ser fácil. Si una relación o una situación requiere mucho trabajo para que funcione, entonces hay una posibilidad de que no está destinada a que llegue a buen término.
El noviazgo es genial, pero el matrimonio es una aventura totalmente diferente. Si de novio estás teniendo un montón de problemas, el matrimonio necesariamente no hará que la relación sea más fácil. En todo caso, podría magnificar todos los problemas.
5. No existe el fracaso
Si una situación o relación llega a su fin, por favor, no pienses que eres un fracasado. El fracaso sólo se produce cuando no se aprende de la experiencia. Y la ironía es que a menudo una lección se repite hasta que se aprende. Así que aprende ser amable contigo mismo.
6. El corazón es un músculo
Una de las muchas cosas sobre el corazón es que no importa el mucho daño que te hagas, siempre tiene la capacidad de amar. Te puedes quedar herido y lleno de cicatrices, pero resiste.
Vivir una vida basada en el amor es una de las cosas más grandes que puedes hacer. El amor no es débil. El amor es fuerte. El amor no sabe cuánto dar y cuándo parar. El miedo, por el contrario, te hace una persona débil. Gimes y lloras y no parece que nunca pares. Eso ocurre hasta que aprendes a verte sólo como un mocoso llorón.
Uno de mis anuncios favoritos es un anuncio de Nike, donde Michael Jordan habla de todos sus llamados "fracasos." Esto demuestra que la grandeza se gana y a veces sólo cuando se está tirado en el suelo y eso es todo lo que ves es cuando demuestras tu valía.
Es fácil ceder al miedo. Es fácil cerrar el corazón. ¿Pero no te das cuenta que al apagar tu corazón estás negando al mundo su grandeza y negándote a ti mismo la oportunidad de no sólo amar, sino de ser amado?
Si alguna persona no quiere estar contigo, entonces, ¿por qué menospreciarte a ti mismo? Envía a esa persona un montón de bendiciones. Deséale lo mejor y haz que brille tu luz en otro lugar.
Así que no te hagas la vida imposible. Eres capaz de mucho más y ningún ser humano merece la pena para que haga que se apague tu capacidad de amar y de brillar.
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