Compatía. La solución para enfrentarte a personas enojadas
Hoy vengo a hablarte de emociones. Hoy vengo a hablarte del términocompatía. Se trata de una palabra que no aparece en el diccionario y que fue acuñada en su momento por uno de las mayores especialistas que existen sobre la resiliencia. Se trata del educador Al Siebert. En esta entrada me propongo enseñarte qué es y para qué sirve la compatía y cómo puede ayudarte cuando tengas que enfrentarte a una persona enojada. Además, el artículo te propondrá una serie de pautas para gestionar debidamente ese enfrentamiento que puedas tener con la persona enojada o enfadada contigo. Así que no te entretengo más y paso a enseñarte qué se entiende por compatía. ¿Me acompañas?
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¿Qué es la compatía? ¿Cuál es la finalidad de la compatía?
Tal y como he dicho en la introducción a este artículo, la compatía es una palabra acuñada por Al Siebert que vendría a ser el resultado de unir estas dos palabras: compasión y empatía.
Al Siebert decidió crear este término para dar respuesta a situaciones en las que como persona requieres de una fortaleza emocional significativa y una inteligencia emocional considerable para escuchar y comprender a las personas que están enojadas o molestas contigo.
Por tanto, la compatía tiene como finalidad poder resolver aquellos conflictos que te suceden con personas que están enfadadas contigo por alguna razón. La compatía puede serte de gran utilidad porque, proyectándola hacia esas personas que están enojadas contigo, serás capaz de comprenderlas mejor, tendrás mayor capacidad de resolución y sabrás qué decir y cómo decirlo para que la situación de enojo pueda revertirse en una situación de calma y diálogo.
¿Qué expresiones debes evitar cuando una persona está enojada o enfadada contigo?
Sé que lo que voy a decirte ahora puede resultarte algo extraño, pero estoy completamente convecido de ello. Cuando tengas ante ti a una persona muy enojada por algún motivo, evita iniciar la conversación con las expresiones:
- Tranquilo
- Cálmate
- Ponte tranquilo
- No te pongas nervioso
- Relájate
En mi opinión no soy partidario de iniciar un tipo de conversación con estas expresiones por una razón muy sencilla: cuando dices estas expresiones nunca estás creando opciones. Ahora quiero que te pongas en el lado de la persona enfadada y quiero que te hagas la siguiente pregunta: ¿Cuántas veces estando enojado te has calmado oyendo decir al otro que te pongas tranquilo? A mí no me ha pasado nunca.
Si le decimos a alguien que se calme, lo que pasa es que en muchas ocasiones se pone más nervioso. Y se pone más nervioso porque la respuesta que le damos no es empática, porque carece de compasión, porque es incapaz de generar opciones y mucho menos soluciones. Es más, en algunas ocasiones puede empeorar el estado de ánimo de la persona enojada.
Es por ello que, en lugar de pedirle a la persona enojada que se calme, lo que debes hacer es practicar la compasión y la empatía a la vez mediante lo que Al Siebert denomina la compatía. ¿Cómo? Déjame que te dé algunas pautas de cómo debes hacerlo.
9 Consejos para resolver conflictos con personas enojadas mediante la compatía.
Cuando tengas delante tuyo a una persona muy molesta o enfadada contigo puedes llevar a cabo estos sencillos pasos que promueven la compatía hacia el otro:
1. Empieza preguntando a la persona enojada qué les molesta. Fíjate que, si le preguntas a la persona enojada qué le molesta, lo que estás haciendo es generar opciones en lugar de pedirle que se calme.
2. Escucha atentamente lo que te dice la persona enojada. Es muy importante que en el momento en el que la persona te cuenta lo que le pasa, escuches atentamente a dicha persona. Deja de hacer lo que estabas haciendo, mírale a la cara y mientras te está hablando asiente con la cabeza en señal de demostración de que lo que te está contando te importa.
3. Clarifica la respuesta de la persona enojada con una o dos preguntas. Una vez te haya contado el porqué de su enojo contigo es muy importante que formules a la persona enojada una o dos preguntas que ayuden a aclarar al máximo lo que te ha contado. Es importante que esas preguntas sean lo más concisas posible, y no olvides que deben ser preguntas abiertas para generar más opciones a la persona enojada.
4. Repite lo más fielmente posible lo que te diga la persona ofendida. Es muy importante que la persona ofendida hable y luego escuche por boca tuya aquello que te ha contado. A la persona enojada le ayuda muchísimo escucharse a sí misma por boca de otra persona, porque la percepción de lo que dices y lo que escuchas sobre lo que dices puede ayudar a clarificar y ordenar el pensamiento de la persona.
5. Concede mucho valor al sentimiento que tiene contigo la persona enojada. Es muy importante que expreses comprensión por lo que te ha contado. Pero, cuidado. En este momento no debes ser simpático, sino empático. Esta diferencia en este momento del conflicto determinará muy probablemente su resolución. Si quieres saber cómo diferenciar entre simpatía y empatía, aquí te dejo un enlace que te enseña la diferencia.
6. Agradece a la persona enojada que haya tenido la valentía de decirte lo que te tenía que decirte a ti en lugar de hacerlo con otros y a tu espalda. Una persona enojada nunca espera que en la conversación para la resolución del conflicito la otra persona le dé algún tipo de agradecimiento. Es un arma tremendamente efectiva y que ayuda a la persona enojada a ir cambiando su visión y estado de ánimo acerca del conflicto. Si quieres saber cuál es la mejor manera de dar las gracias a una persona aquí te dejo un enlace donde te lo enseño.
7. Añade alguna observación que dé riqueza a los argumentos de la persona enojada. Ahora es cuando llega el momento de generar opciones que acerquen posiciones entre tú y la persona enojada.
8. Pregunta a la persona enojada qué es lo que quiere. Esto le permitirá a esa persona verbalizar un objetivo concreto que al decirlo de palabra también será compartido contigo. Es muy difícil que un conflicto se resuelva sin saber cómo se quiere resolver y sin que uno de los dos lo sepa. Compartiendo un objetivo común daréis el primer paso para una posible solución al conflicto que ha causado el enojo.
9. Tranforma el objetivo, es decir, transforma lo que quiere o lo que pide la persona enojada contigo en posibles soluciones. Esta es la última fase. Una fase en la que la unidireccionalidad de la perona enojada contigo se tranforma en diálogo. Un diálogo que ambas partes deben entender que es la única manera de llegar a posibles soluciones. Es muy importante hacerle ver a la persona enojada que no estáis discutiendo en paralelo, sino que estáis discutiendo posibles soluciones a través del diálogo y de forma bidireccional.
¿Qué efecto tiene la compatía en las personas?
No hay nada más efectivo cuando te enfrentas a una persona enojada que dicha persona perciba que la estás escuchando. En muchas ocasiones en lugar de escuchar se tiende a mirar para el otro lado o pensar en una réplica contundente. Si no escuchas o piensas en cómo defenderte del enojo, difícilmente conseguirás crear opciones frente a la persona enojada.
Soy consciente de que mostrar compatía frente a una persona enojada no es fácil, pero es un indicador realmente valioso de tu capacidad de resistencia frente a las adversidades, de tu nivel de resiliencia frente a un conflicto.
Ten por seguro que, si demuestras la compatía frente a una persona enojada, dicha persona no tardará mucho en darse cuenta de su comportamiento y te pedirá perdón por haberse enojado contigo. De lo que se trata de aprender a ponerte en el lugar de la persona enojada cuando está enojada para establecer opciones y buscar soluciones a través del diálogo.
Además, si sigues estos pasos, lo que harás también es enseñarle el camino a la persona enojada de cómo debe afrontar dicha persona el enojo de otra persona.
Simpatía, empatía, compasión y compatía. A modo de conclusión.
Es común cuando te enfrentas a un conflicto intentar ser simpático. Pero la simpatía no te ayudará a generar opciones ni a solucionar dichos conflictos, porque siendo simpático cierras la puerta a soluciones conjuntas, cierras la puerta al diálogo y a la discusión que busca opciones.
En lugar de ser simpático, debes tratar de ser empático y fomentar la compatía hacia el otro, es decir, comprender cómo el otro ve la realidad que le rodea.
Siendo empático lograrás comprender lo que siente el otro y siempre separando su estado emocional del tuyo. Aun así, la empatía no está destinada principalmente a crear opciones, sino a la escucha activa o empática. Es por ello que la compatía te permite ser empático, pero a la vez generar opciones para resolver un conflicto. En resumen, la empatía sirve para escuchar, mientras que la compatía es la empatía destinada a la actuación y a la resolución de conflictos.
Quisiera acabar con la siguiente reflexión: nunca podrás evitar que las personas se enojen contigo sin entrar a valorar si tienen o no tienen razón. Si ves el enojo de una persona como un ataque en lugar de una oportunidad, difícilmente serás capaz de escuchar a la persona enojada y, sin escucharla, difícilmente sabrás por qué está enojada. Por tanto, en lugar de defenderte de dicha persona, escúchala atentamente y genera opciones que permitan la resolución del conflicto.
Fuente del artículo: La resiliencia: Construir en la adversidad, de Al Siebert.
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