Para toda la gente que me pregunta por qué estoy bien después de mi ruptura
Estoy bien porque no sé el final del camino, pero sé que es el correcto.
Muchas veces es nuestra pareja quien termina la historia de amor. Nos dejan confundidas. ¿Hicimos todo mal? Nos culpamos una y otra vez de aquella noche en la que le hicimos una escena de celos y nos torturamos una y otra vez por otros pequeños errores. “Quizá, si no hubiera montado una escena aquella noche, seguiríamos juntos”.
¡Qué manera de quererte, mujer! Tenemos la capacidad para bajar nuestra autoestima al máximo. Incluso nos sentimos como “el problema”, locas, complicadas, y hasta feas. Pensamos que nosotras perdimos a alguien. Pero ¿sabes? Yo te voy a decir cómo se va viendo la fotografía después de un tiempo.
Te vas dando cuenta que ¡NO!… Tú no eres el problema. Pudiste haber hecho escenas tontas de celos, reclamar cosas sin importancia y sacarle canas verdes, pero todas las mujeres somos complicadas y cada una tiene sus propias complicaciones, y si nos quieren en su vida, tienen que aceptarlo y hacernos sentir cada vez más seguras.
Acuérdate de que soportaste sus ataques de patán, sus “no quiero verte, estoy de mal humor”, sus “no te pude escribir en todo el día porque estaba muy ocupado” o aquella noche en la que te pusiste guapa sólo para él y ni siquiera te dijo “qué linda estás”. ¿Recuerdas cuando trataste al máximo de controlar tus impulsos, tus ganas de verlo, tus detalles y todo, sólo para no ser una molestia para él?
Entonces ¿qué hiciste mal? Nada. Hay hombres que simplemente no merecen a una mujer que los haga felices. Ellos sólo quieren a una amiga con derechos que no sea una carga. Y esos, amiga mía, no valen la pena.
Así que volvemos a la pregunta que me hacen mis amigos: “¿POR QUÉ ESTÁS BIEN?”
Yo le respondo a él:
Porque me di cuenta que mientras tú retrocedes, yo avanzo. Mientras tú vuelves a tropezar con las mismas piedras, yo las evito. Estoy bien porque no sé el final del camino, pero sé que es el correcto. Porque aprendí a quererme y a estar feliz sola, conmigo misma. Y no pretendas que hable mal de ti nunca. Porque simplemente no hablo de ti. Me entero que fui para ti muy “complicada”, que por mi “culpa” te veías obligado a no hablarles a otras chicas (debería nacer de ti y no ser una obligación. Igual qué lindo que hables de mí, gracias).
Gracias por cambiar el concepto que tengo de ti, ya que haces que pueda soltar el lazo mucho más fácil. Creo que de mis errores aprendí. Pero me da pena que tú no. Me da pena que gente que te aconseja tiene la mentalidad de un niño de 13 años, y más pena me da que sigas esos consejos. Me da pena que no tengas muchos amigos de verdad, que te celebren con likes cosas que no van.
Espero de corazón que pongas los pies en la tierra y empieces a caminar correctamente, y no hablo de valores, principios y modales, sino más bien de lo que es correcto para ti.
Estoy bien, porque me di cuenta del valor que tengo y que no mereces. Pero también, porque sé que al final, será lo mejor para los dos.
¡Te quiero siempre y te deseo lo mejor!
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