jueves, 21 de agosto de 2014

AMBIGAMIA: UNA NUEVA FILOSOFÍA AMOROSA PARA UNA VIDA MÁS FELIZ.



AMBIGAMIA: UNA NUEVA FILOSOFÍA AMOROSA PARA UNA VIDA MÁS FELIZ.
¿Qué es la ambigamia? ¿Alguna vez has oído hablar de ella? Es muy probable que no, pues el concepto es confuso y no tan conocido hoy en día. De él habla y hace apología Jeremy E. Sherman en un reciente artículo en Psychology Today sobre el que merece la pena detenerse para desgranar las bases de esta filosofía.
Sherman comienza comparándola con la bigamia, dada la similitud de los nombres, y considera que “la ambigamia es mucho más, está ligada a la psicología, la filosofía, la espiritualidad, las ciencias sociales e incluso la ciencia”.
En ese sentido, considera que los bígamos son hipócritas que “se casan en estéreo”, gente que se compromete doblemente, lo cual es imposible, y que garantizan a dos personas al mismo tiempo que son lo más importante.
La bigamia es lo opuesto del matrimonio único y para siempre, el compromiso incondicional, la fidelidad a ciegas. Según Shelman, esta concepción es algo utópica. “Aun cuando nos comprometemos ciegamente, ¿sabemos que las personas que nos aman van a estar ahí para nosotros? La gente cambia. La gente se muere. La gente supera muertes ajenas. La gente sigue adelante”.
Así, considera que puede que hablemos de amor incondicional, pero que es imposible que lo vivamos. “Todos vivimos en un área gris entre el compromiso y la estabilidad y la apertura al cambio”, afirma Shelman, exponiendo un breve rasgo de lo que la ambigamia supone.
¿Qué es exactamente la ambigamia?
Cuenta Shelman que los ambigamistas abrazan la tensión entre los opuestos: la fe y la duda, el romance y el escepticismo, la parcialidad y la imparcialidad, la emoción y el rigor, etc. No intentan reconciliar estos opuestos con una especie de solución intermedia universal, sino que intentan practicar ambos polos según lo pida el momento. Así, su objetivo es hallar la sabiduría para poder reconocer las situaciones que requieren la valentía de intentar cambiar las cosas y aquellas que piden una serenidad amorosa para aceptar las cosas tal y como son.
“Somos todos ambivalentes, casados doblemente con nuestra libertad y nuestra seguridad”, afirma Shelman. Así es como explica él los principales conceptos en que se basa esta curiosa filosofía:
1. Amor = Seguridad + Libertad
¿Cómo deben ser las relaciones personales, con padres e hijos, amantes, pareja o amigos? Para los ambigamistas, el bienestar es el fruto de una negociación entre ambos miembros de la relación para equilibrar la libertad y la seguridad, de modo que quede preservada la intimidad y que la libertad de uno no suponga una amenaza para la libertad del otro. Según Shelman, cuando preguntamos “¿me amas?” en realidad estamos preguntando “¿estoy a salvo aquí?”. Por el contrario, cuando decimos “te amo” estamos diciendo “sé tú mismo conmigo, sé libre”. La clave está en hallar un punto sano entre la libertad y la seguridad, sin caer en el libertinaje o en la opresión.
2. Espiritualidad = Amar + Dejar ir
¿Merece la pena amar algo que, con el tiempo, tendremos que dejar marchar? Para las personas que creen en la ambigamia esta cuestión no plantea ningún problema, porque precisamente su manera de ver las cosas radica en asumir el conflicto que genera la tensión entre amar algo y dejarlo estar.
3. Evolución = Estabilidad + Variación
Por un lado, se trata de mantener estables una serie de cosas y, por el otro, no parar de probar cosas nuevas y de innovar en todo tipo de ámbitos. A veces se ha definido la evolución como “la variación con una retención selectiva”: esa es la definición que siguen los ambigamistas.
4. Trabajo = Concentración + Juego
Quien practica la ambigamia se siente feliz cuando se siente seguro y libre, creativamente concentrado, comprometido pero relajado, en intensa colaboración entre la diversión y el esfuerzo.
5. Intención = Libertad + Voluntad
Se trata de combinar la flexibilidad para cambiar de parecer con la concentración de centrarnos en lo que deseamos, de modo que esta sea lo suficientemente poderosa como para que nuestra voluntad tenga cabida.
6. Ironía = Seriedad + Humor
Es el reflejo de lo antes mencionado trasladado a la ironía: el compromiso con una postura que, no obstante, queda balanceándose con la posibilidad de cambiar. Esa ironía que expresa algo así como: “Lo sé con certeza pero, oye, ¿quién sabe?”.
Foto: De la película "Hierro 3" (muy buena, por cierto)


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