10 ventajas de ser una persona competitiva

Por J. Ismael Canales diciembre 5, 2015@j_ismael_

La competitividad es algo inherente del ser humano, nos ha acompañado prácticamente desde el inicio de los tiempos. Desde que los primeros pobladores trataban de probar quién era el mejor cazador, pasando por las peleas a muerte para encontrar al mejor gladiador romano, hasta las competencias deportivas y laborales para llegar conseguir el campeonato o la gerencia; la competitividad siempre ha servido de fuerza motora para la superación del hombre.

Dicen que lo importante no es ganar sino competir, peo, aceptémoslo, todos queremos ganar siempre, y es este espíritu de competitividad el que nos lleva a evolucionar como personas, trayéndonos beneficios como los siguientes.

Serás optimista

¿De qué sirve competir si no deseas ganar? El primer valor que aprenderás siendo competitivo será el optimismo, será tu punto de partida para plantear las metas que quieres lograr y tu camino a seguir para ayudarte a lograrlas.

Descubres tus fortalezas y crees en ellas

Ya que te has decidido a romper el cascaron y comenzar a luchar por tus metas y sueños, deberás iniciar con un análisis sobre ti y tus circunstancias, donde será necesario que identifiques tus fortalezas y creas en ellas. Si eres un buen orador que no te de miedo dar un discurso en las juntas, cree en lo que sabes hacer.




Aumentas tu seguridad

Creer en ti y tus fortalezas aumentará tu seguridad e iniciará con un ciclo donde cada que descubras o explotes tus habilidades, serás más seguro e intentarás nuevas cosas que dominarás y así, sucesivamente. Un círculo vicioso de crecimiento.

Refuerzas tu carácter

Todas las competencias son difíciles, como en todo, siempre habrá obstáculos que pongan a prueba tu entereza y carácter, obstáculos que para una persona competitiva se convierten en retos a vencer, retos que reforzarán tu carácter y te harán encarar la vida con mayor facilidad.

La zona de confort no te limita

A una persona competitiva la zona de confort no la limita, por el simple hecho de que esta no existe. Ser competitivo significa romper los moldes, dejar atrás esa barrera que te separa del resto de las personas y te convierte en un buscador del éxito.

Aumentas tu creatividad

Las personas que han dejado huella en el mundo, han sido personas que se atrevieron a salirse del camino, pensado distinto y rompiendo los estándares establecidos. Alguien competitivo sigue esta misma línea y aprende a desarrollar su creatividad para poder destacar y sobresalir del resto.

Aprendes a progresar

Mientras más competitivo te vuelvas, más logros irás consiguiendo. Al principio esto podría espantarte, no te procupes, es natural, el éxito es algo difícil de manejar al inicio. Con el tiempo te familiarizarás con las metas cumplidas y aprenderás a progresar en los aspectos que te propongas.

Te haces de un nombre

Esta escalada en la vida hará que tanto en tu trabajo como en tu comunidad, las personas comiencen a identificarte y a familiarizarse con tu nombre y tus talentos. Que no se te suba a la cabeza, utiliza este reconocimiento para ayudar a los demás.

Te vuelves un líder

Una persona competitiva nunca se cansa de crecer, de ir adelante, de ascender, por lo que es natural que en un momento llegues a ocupar un puesto de liderazgo en el que deberás seguir esa misma ideología para convertirte en un excelente líder que guíe a los demás por el camino de la excelencia.

Disfrutas más tus logros

Después de superar obstáculos, vencer la ambición ajena y esforzarte al máximo siendo competitivo, esos logros sabrán más dulce que si fueran conseguidos por casualidad o suerte. Esas metas cumplidas serán el producto de dar lo mejor de ti y después sólo quedará disfrutarlos al máximo.



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