martes, 17 de noviembre de 2015

Él solo quiere sexo contigo si haces estas 6 cosas…

Él solo quiere sexo contigo si haces estas 6 cosas…



¿Estas en la duda si te ama o es solo sexo? ¡Quédate y lee lo que sigue! :)

#1 Solo te alaba por tu apariencia

Un hombre interesado en tener una relación seria, busca siempre alabar no solo tu exterior, sino también el interior. En cambio, si un chico solo te dice que le gusta tu trasero o tus pechos, amiga estás frente a alguien al que solo le interesas para pasar un buen rato en la cama.

#2 Las conversaciones y los mensajes de texto giran en torno al tema sexual

Cualquier tipo de comunicación que tengas con tu pareja, desembocará siempre dentro del plano sexual. Por ejemplo si te llama y le dices que te encuentras cansada y el te contesta con un “Espérame que te hago unos masajes bien sexies” significa que para lo único que te desea es para tener sexo. Presta atención a las charlas que tienen y saca tus propias conclusiones.

#3 Los aniversarios son inexistentes

Las fechas importantes como la del aniversario no existen en la mente de los hombres que solo buscan acostarse con mujeres sin generar ningún otro tipo de vínculo. Si este es tu caso, olvídate de cenas románticas, de los paseos a la luz de la luna tomados de la mano o de ir al cine… lo único que conseguirás es pasar la noche con él… en la cama.

#4 No tiene muchos intereses

Los hombres que solo quieren sexo, no tienen muchos intereses fuera de la cama. Si estás con un chico así, no es raro que nunca te haya invitado a ir al cine o a cenar y que esas tareas las deje para compartir con sus amigos y no contigo.

#5 Se enoja si no tienes ganas

Si un chico te ama de verdad y busca algo más que el sexo, sabrá comprender que no tienes ganas de tener relaciones esa noche y no se preocupa, en cambio un hombre al que solo le interesa acostarse contigo, es mucho más que probable que eso lo enfade.

#6 No le interesa cómo fue tu día

Si a tu chico le interesa estar contigo por lo que eres, querrá saber cómo te fue durante el día y también le interesará contarte cosas sobre él y lo que le paso en el trabajo. En cambio si solo busca el sexo, lo único que conseguirás es un beso ni bien llega y que te pida de ir a la cama… y no a dormir precisamente.

Fuente: IM

viernes, 13 de noviembre de 2015

10 trucos para aprender cualquier idioma de un genio que habla 9

Deja que nuestros expertos te guíen en el camino de aprender idiomas.

ESCRITO POR JOHN-ERIK JORDAN
Matthew Youlden habla nueve idiomas fluidamente y entiende casi una docena más. Trabajamos en la misma oficina en Berlín, así que le oigo usar sus habilidades constantemente, cambiando de idioma cual camaleón cambiando de color. En realidad, durante mucho tiempo ni siquiera llegué a sospechar que era británico.
Cuando le comenté a Matthew que me estaba costando muchísimo esfuerzo llegar a comprender tan solo un segundo idioma, se descolgó con los siguientes consejos. Si eres de los que piensa que nunca llegarás a ser bilingüe, ¡más te vale tomar nota!

1. Tienes que tener claro por qué lo estás haciendo

Puede parecer obvio, pero si no tienes un buen motivo para aprender otro idioma, es muy probable que, a la larga, se te acabe la motivación. Querer impresionar a tus amigos con tu nivel de francés no es un motivo demasiado bueno, pero querer conocer de verdad a una persona francesa en su propio idioma es definitivamente otra cosa. Sea cual sea tu motivación, cuando decides aprender un nuevo idioma, lo realmente importante es comprometerse al máximo:
"Vale, quiero aprender esto, y por eso voy a hacer todo lo que pueda en este idioma, con este idioma y por este idioma."

2. Sumérgete

Ya te has hecho la promesa, te has comprometido. ¿Y ahora qué? ¿Hay algún tipo de camino correcto para aprender? Matthew recomienda el "enfoque maximizado de 360°": no importa qué herramientas uses para aprender el idioma, lo importante es que practiques todos y cada uno de los días.
"Yo tiendo a querer absorber cuanto más mejor desde el principio, de manera que, si estoy aprendiendo algo, lo llevo al extremo e intento usarlo a lo largo del día. Conforme la semana avanza, intento pensar en ese idioma, intento escribirlo e incluso me hablo a mí mismo en ese idioma. Para mí, en realidad, todo consiste en poner en práctica lo que sea que estés aprendiendo, ya sea escribiendo un e-mail, hablando contigo mismo, escuchando música u oyendo la radio. Rodearte y sumergirte en la cultura del idioma que estás aprendiendo es extremadamente importante."
Recuerda que el mayor beneficio de hablar otro idioma es poder comunicarte con otros. Ser capaz de mantener una conversación sencilla es una recompensa increíble en sí misma. Alcanzar metas de este tipo pronto hará que te sea más fácil seguir motivado y practicando:
"Siempre tengo en la cabeza que, en realidad, se trata de adaptar la manera en la que tú piensas a la manera en la que se piensa en ese idioma. Obviamente no hay solo una manera en la que un hablante de español, de hebreo o de holandés piensa, pero el truco está en usar el idioma para construir tu propia realidad idiomática."

3. Encuentra un compañero

Matthew aprendió varios idiomas junto con su hermano gemelo Michael, ¡quienes abordaron su primer idioma, el griego, cuando tenían solo ocho años! Matthew y Michael, o los Super Polyglot Bros (como me gusta referirme a ellos), adquirieron sus superpoderes a base de la tan tradicional rivalidad entre hermanos:
"Estábamos motivados y todavía lo estamos. Nos empujamos el uno al otro a seguir adelante. Si mi hermano se da cuenta de que yo estoy haciendo más que él, se pone un poco celoso e intenta superarme (creo que eso es porque él es mi gemelo, yo soy el original) y lo mismo en el sentido opuesto."
Por lo tanto, aunque no tengas un hermano o hermana que te acompañe en tu aventura para aprender idiomas, tener un compañero o compañera te empujará a seguir intentándolo un poco más y a permanecer motivados:
"Creo que es un enfoque fantástico. Tienes a alguien con quien puedes hablar y, al final, esa es la idea básica detrás del proceso de aprender un idioma."

4. Mantenlo relevante

Si tu objetivo desde el principio es mantener una conversación, es más improbable que te pierdas en libros de texto y manuales. Hablar con gente hará que el proceso de aprendizaje siga siendo relevante para ti:
"Estás aprendiendo un idioma para poder usarlo. No vas a hablar solo contigo mismo. La parte creativa del asunto está en ser capaz de poner el idioma que estás aprendiendo en una disposición diaria más general y útil, ya sea escribiendo canciones, intentando hablar con gente o usándolo cuando vas al extranjero. Pero no hace falta que vayas al extranjero, puedes ir al restaurante griego que está al final de la calle e intentar pedir la comida en griego."

5. Diviértete

Usa tu nuevo idioma de cualquier forma que sea creativa. Los Super Polyglot Bros practicaban el griego escribiendo y grabando canciones. Piensa en alguna manera divertida de practicar tu nuevo idioma: haz un programa de radio con un amigo, dibuja un cómic, escribe un poema o trata de hablar en él con quien puedas. Si no eres capaz de encontrar una manera divertida de practicar tu nuevo idioma, hay muchas posibilidades de que no estés siguiendo el epígrafe 4…

6. Actúa como un niño

Con esto no quiero decir que tengas rabietas o que te llenes el pelo de comida cuando vas a un restaurante, sino que intentes aprender como lo hacen los niños. Se está demostrando que la hipótesis de que los niños son intrínsecamente mejores aprendiendo que los adultos es un mito. Nuevas investigaciones no son capaces de encontrar una relación directa entre la edad y la capacidad de aprender. Puede ser que la llave para ser capaces de aprender tan rápido como lo hacen los niños esté en tomar determinadas actitudes infantiles: falta de conciencia de uno mismo (en el sentido de estatus social), el deseo de jugar en la lengua y la disposición a cometer errores.
Aprendemos a base de equivocarnos. Cuando somos niños, se espera que cometamos errores pero cuando somos adultos, los errores se convierten en algún tipo de tabú. Es más probable que un adulto diga "no sé" antes que "no he aprendido eso todavía" (no sé nadar, no sé conducir, no sé hablar inglés). Que te vean equivocándote o, incluso, teniendo dificultades es un tabú social que no afecta a los niños. Cuando aprendes un idioma, admitir y aceptar que no lo sabes todo es la llave para alcanzar crecimiento y libertad. Despréndete de tus barreras de adulto.

7. Abandona tu zona de confort

No tener miedo a cometer errores significa estar preparado para ponerte a ti mismo en situaciones potencialmente embarazosas. Esto puede dar un poco de miedo, pero es la única manera de desarrollarse y mejorar. No importa cuando estudies, nunca hablarás un idioma si no te pones a ti mismo en esa situación: háblales a extranjeros en su idioma, pregunta direcciones, pide la comida, intenta hacer chistes. Cuantas más veces lo hagas, mayor será tu zona de confort y mayor será la facilidad con la que te enfrentarás a nuevas situaciones:
"Al principio te vas a encontrar dificultades: tal vez sea la pronunciación, o la gramática, tal vez sea la sintaxis, o que no entiendas los dichos. Pero creo que lo más importante es tratar de desarrollar ese “sentido del idioma”. Cada hablante nativo tiene un sentido de su idioma, y eso es, básicamente, lo que te convierte en un "hablante nativo" si puedes hacer de ese idioma el tuyo."

8. Escucha

Tienes que aprender a caminar antes de aprender a correr. En el mismo sentido, tienes que aprender a escuchar antes de aprender a hablar. Cualquier idioma suena raro la primera vez que lo escuchas, pero cuanto más lo escuchas más familiar se vuelve y más fácil te será hablarlo:
"Somos capaces de pronunciarlo todo, solo que no estamos acostumbrados a hacerlo. Por ejemplo, el sonido de “r” fuerte no existe en la variante de inglés que yo hablo, pero cuando estaba aprendiendo español había palabras con esa “r” fuerte, como "perro" o "reunión". Para mí, la mejor manera de aprender a dominar ese sonido era oírlo constantemente, escuchándolo; luego, tratar de visualizar o imaginar cómo se supone que hay que pronunciarlo, ya que para cada sonido hay una parte específica de la boca o de la garganta que hay que usar."

9. Mira a otros hablando

Idiomas distintos demandan cosas distintas de tu lengua, labios y garganta. La pronunciación es tanto física como mental:
"Una manera (aunque puede sonar un poco extraño) es observar cuidadosamente a otros mientras dicen palabras que usan ese sonido, y luego tratar de imitarlo tanto como sea posible. Créeme, puede ser difícil al principio, pero lo conseguirás. En realidad es algo fácil de hacer, solo necesitas practicar."
Si no puedes observar e imitar a hablantes nativos en vivo, ver películas extranjeras o televisión en versión original puede ser un buen sustituto.

10. Háblate a ti mismo

Si no tienes a nadie con quién hablar en el idioma que estás aprendiendo, no hay nada malo en hablarte a ti mismo:
"A lo mejor parecerá que estás loco, pero, en realidad, hablar contigo mismo en un idioma es una buena manera de practicar si no tienes a nadie más con quién hacerlo."
Esto puede ayudarte a mantener nuevo vocabulario o nuevas frases bastante frescas en tu mente, de manera que te sentirás más confiado cuando tengas que usarlas con otra persona.

Bonus: ¡relax!

Nadie se va a molestar por que le hables en su idioma aunque sea mal. Si empiezas cualquier interacción con un "Estoy aprendiendo el idioma y me gustaría practicar…" la mayoría de la gente será paciente, te apoyará y te animará a seguir. Incluso si hay aproximadamente mil millones de hablantes de inglés no nativos en el mundo, la mayoría de ellos preferirá hablar su propio idioma si tiene la posibilidad. Tomar la iniciativa de introducirse en el mundo idiomático de alguien facilitará el trato y los pondrá en una disposición más positiva:
"Está claro que puedes viajar al extranjero hablando solo tu idioma, pero le sacarás mucho más partido si puedes sentirte cómodo en el lugar que estés, siendo capaz de comunicarte, de entender y de relacionarte en cualquier situación que puedas imaginar."

Entonces, ¿de qué se trata todo esto?

Hemos estado hablando sobre CÓMO empezar a aprender un idioma, pero, ¿todavía no terminas de ver POR QUÉ aprenderlo? Matthew tiene una última observación que hacer:
"Yo creo que cada idioma representa una manera distinta de ver el mundo. Si puedes hablar un idioma, entonces tienes una manera diferente de analizar e interpretar el mundo a la de un hablante de otro idioma. Incluso si son dos idiomas bastante similares como el portugués y el español, que son hasta cierto punto inteligibles mutuamente, son al final dos mundos distintos, dos mentalidades distintas."
"Por lo tanto, habiendo aprendido otros idiomas y habiendo estado rodeado de muchos idiomas distintos, no podría elegir solo uno. Eso significaría renunciar a la posibilidad de ser capaz de ver el mundo de una manera distinta. En realidad no solo de una manera, sino de muchas maneras distintas. Así que, para mí, el modo de vida monolingüe es el más triste, solitario y aburrido de ver el mundo. Hay tantas ventajas en aprender idiomas que no puedo pensar en ninguna razón para no hacerlo."

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Siete aficiones que te harán más inteligente

Siete aficiones que te harán más inteligente

Tocar un instrumento musical, la lectura o hacer ejercicio regularmente figuran en la lista elaborada por el portal Pymex para identificar a las personas con mayor habilidad para aprender cosas y que tienen la capacidad para elevar su potencial.



Existen varios estudios científicos que demuestran que realmente se puede aumentar la inteligencia al aprender nuevas habilidades donde el cerebro creará nuevas conexiones neuronales que lo hacen funcionar mejor y más rápido, según el portal Pymex.
1. Tocar un instrumento musical. Esta actividad ayuda al aumento de la creatividad, el lenguaje, la capacidad de análisis, las matemáticas, entre otros, ya que ello fortalece el cuerpo calloso que une los hemisferios del cerebro mediante la generación de nuevas conexiones.
Un cuerpo calloso con más conexiones ayuda a la memoria, la resolución de problemas, las nuevas habilidades y las funciones del cerebro en general, independientemente de la edad que se tenga.
2. Leer cualquier cosa. Se ha comprobado que la lectura reduce el estrés, hace sentirse mejor uno mismo y aumenta la inteligencia. En la oficina, esto se traduce en una mejor comprensión de cómo hacer que las cosas sucedan y en la adquisición de habilidades gerenciales.
3. Hacer ejercicio regularmente. El ejercicio regular sí que es mucho más eficaz, pues al practicarlo las células se inundan con BDNF, una proteína que ayuda con la memoria, la atención, el aprendizaje, la concentración y la comprensión.
4. Aprender un nuevo idioma. Los estudios han demostrado que las personas que son bilingües son mejores en la resolución de puzzles (o rompecabezas) que las personas que hablan un solo idioma. Este aprendizaje permite al cerebro realizar mejor las tareas mentalmente más exigentes.
5. Poner a prueba el aprendizaje acumulativo. Una de las razones de aprender un nuevo idioma es para ser más inteligentes porque requiere un aprendizaje acumulativo. El vocabulario y la gramática que se aprende se repite innumerables veces a medida que se mejoran los conocimientos de lenguas extranjeras. Este concepto de aprendizaje acumulativo se debe aplicar a la vida cotidiana y en el lugar de trabajo.
6. Ejercitar el cerebro. Rompecabezas, sudokus, acertijos, videojuegos, juegos de mesa, juegos de cartas, y actividades similares aumentan la neuroplasticidad. Esto contempla una amplia variedad de cambios en las vías neuronales y sinapsis que son la capacidad del cerebro para reorganizarse. Cuando las células nerviosas responden a nuevas formas, aumenta la neuroplasticidad, lo que nos permite una mayor capacidad para ver las cosas desde diferentes puntos de vista.
7. Practicar la meditación. La práctica de la meditación se ha convertido en un tema interesante para la gente ambiciosa porque hay varios estudios que mostraron que se puede controlar nuestras propias ondas cerebrales y sentir lo que deseamos.
Esto significa que uno puede sentir ser más fuertes justo antes de una negociación, tener más confianza al pedir un aumento de salario y ser más convincente durante una llamada de ventas.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Antonucci: "La locura no tiene ningún significado filosófico"

Antonucci: "La locura no tiene ningún significado filosófico"
El médico italiano Giorgio Antonucci revisa críticamente los fundamentos de la psiquiatría y repasa su trayectoria profesional.
, Florencia (Italia)
21/07/15 · 8:44
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Giorgio Antonucci es médico y una referencia en Italia por su crítica a los fundamentos de la psiquiatría. Después de trabajar en Gorizia con Franco Basaglia, desmanteló los hospitales psiquiátricos Osservanza y Luigi Lolli en Ímola, devolviendo la libertad a los internados. Sigue activo en Florencia, ocupándose de poner en libertad a personas encerradas en centros psiquiátricos. En 2005 recibió en Los Ángeles el premio Thomas Szasz, en homenaje a uno de los referentes de la antipsiquiatría. 

Comienzos en la psiquiatría

Mi historia no empezó en relación con la psiquiatría. He llegado hasta aquí por mi experiencia directa. Ya cuando iba a la universidad, además de estudiar medicina, iba al Instituto de Antropología de la Universidad de Florencia. Empecé a interesarme por la comparación entre las diferentes culturas. Ciertas cosas que en una cultura tienen un significado, en otra cultura tienen un sentido completamente distinto. 
 
En 1958, la parlamentaria [Lina] Merlin en Italia enfocó el discurso de una ley para abolir las casas de tolerancia del Estado. Las chicas que estaban en ellas, además de ser explotadas por el Estado, tenían un documento de identidad diferente. Estaban, de alguna manera, marcadas. Había una casa de hospitalidad católica [que ayudaba a exprostitutas] que necesitaba a alguien que les echara una mano. 
"Se acaba en el manicomio o en una clínica psiquiátrica por decisión de alguien con más poder"
No soy religioso, no soy creyente, pero siempre he tenido relaciones con los demás, sin prejuicios. Una vez que estaba allí –todavía no me había licenciado– hubo una pelea entre una chica exprostituta y una persona de la casa. Vi llegar a la ambulancia y se llevó a la chica exprostituta al manicomio. Yo intenté oponerme, pero no pude porque no tenía ninguna autoridad. Este hecho me dejó muy afectado.
Descubrí que, en general, se acaba en el manicomio o en una clínica psiquiátrica por decisión de alguien con más poder: puede ser el padre que tiene más poder que la hija, el marido que tiene más poder que su mujer, el jefe que tiene más poder que el empleado, etc. Si una persona con menos poder expresa una manera diferente de pensar se convierte en una tragedia. Por ejemplo, si el Papa dice que existen los ángeles y los diablos, tiene el poder para decirlo sin que nadie lo ponga en tela de juicio.
Entre todas las historias que conozco, recuerdo la de una chica, una campesina, que decía –ya que estaba muy agobiada por unos problemas concretos– que por la noche la atormentaba el diablo: la llevaron al manicomio. Tenía el mismo discurso que el Papa, sólo que desde una condición de no poder. Si una persona que no cuenta dice algo metafísico, corre el riesgo de ser internada.

Psiquiatría vs. medicina

He estudiado medicina, sé qué es la medicina. También he trabajado como médico. Si una persona tiene dolores, me llama para saber de dónde vienen. Se hacen las pruebas médicas para descubrir cuál es la causa. Éstos son datos objetivos, la medicina está hecha de eso. Al contrario, si uno me llama para decirme que ha visto al Espíritu Santo, eso no tiene nada que ver con la medicina, nada en absoluto [ríe]. Es otro discurso, aquí se habla de una experiencia existencial de alguien que ve ciertas cosas, piensa ciertas cosas, siente ciertas cosas. En pocas palabras, Freud, cuando fundó el psicoanálisis, dijo: "He dejado de ser médico y he empezado a ser biógrafo".

Psiquiatría y comunicación

Los psiquiatras nunca hablan con las personas a las que atienden, no hay comunicación. Lo que he visto es que no se conocen los pensamientos de las personas que están en una clínica psiquiátrica, no les hablan porque piensan que ni siquiera vale la pena. Han sido señaladas, arbitrariamente. Entran allí dentro y nadie les habla, o si les hablan lo hacen con prejuicios. Hablar es lo que estamos haciendo tú y yo en este momento. Yo digo algunas cosas, tú dices otras, y se confronta mi pensamiento con el tuyo. Eso es hablar. 
"El discurso es que la psiquiatría se ocupa de personas consideradas defectuosas. El hecho de comunicarse con ellos es considerado una extravagancia"
Cuando fui a Gorizia introduje este hecho. Pasaba mi tiempo intentando entender: había un hombre, inmóvil, sentado en la sala en la que estaban los pacientes en Gorizia, que no hablaba con nadie. Me senté, luego nos sonreímos. Luego, ya que a veces los demás jugaban con la pelota, le tiré la pelota. Él la tiró al suelo y luego empezamos a hablar y fuimos juntos a dar vueltas por la provincia de Gorizia.
El discurso es que la psiquiatría se ocupa de personas consideradas defectuosas. El hecho de comunicarse con ellos es considerado una extravagancia. Cuando hablaba con los internados, mis colegas me miraban con ironía. Hay un espléndido cuento de Chéjov,La sala número seis. Es la historia de un médico que, en un cierto momento, empieza a hablar con los internados y se da cuenta de que era incluso más interesante hablar con los ellos que con los que estaban fuera, y acaba internado. Yo esto lo he vivido. Afortunadamente no he acabado internado.

Experiencia en Ímola

Llegué a Ímola en 1973, había 15 médicos, todos de la parte del manicomio. Cuando llegué yo hacía lo que quería. Decía que para mí los demás no son sabios ni locos. La sabiduría y la locura filosóficamente no tienen ningún significado. Kafka lo dice: "¿Qué es la no locura?". Pascal dice lo mismo. Existe, lamentablemente, el conformismo social, las reglas rígidas en la sociedad. Por lo tanto, a ciertas personas que no se ajustan a las reglas se las intenta eliminar. Siempre son personas que tienen menos poder que las que deciden, como decía antes.  
"Es fácil decir "fuera la camisa de fuerza", pero cuando liberas a una persona que lleva años con camisa de fuerza, se asusta, siente las piernas débiles por no haber caminado"
Volviendo a Ímola, llego y encuentro a 15 médicos. Les dije que me dieran la sección –según ellos– más difícil, que era la sección 14: mujeres agitadas. Para ser breve: en un mes las liberé a todas. Estaban casi todas con camisa de fuerza, algunas estaban atadas a los árboles. 
Es fácil decir "fuera la camisa de fuerza", pero cuando liberas a una persona que lleva años con camisa de fuerza, se asusta, siente las piernas débiles por no haber caminado, tiene que volver a acostumbrarse a todo. Sin embargo conseguí que salieran al patio y luego, poco a poco, llegamos a ir incluso al Parlamento Europeo, a Viena, a ver a Juan Pablo II (...) Para mí es lo mismo hablar contigo que con alguien interno en una clínica psiquiátrica. 

Pasado, presente

Los electrochoques todavía se practican en muchos sitios. Por ejemplo, en la Universidad de Pisa dicen que el electrochoque hace bien. Aunque usen otros medios, el problema es que no consideran que las personas tienen un cerebro como el nuestro.Los comas insulínicos son aún peor que los electrochoques. Poner en coma a una persona para curarla es una cosa de campo de concentración. ¿Qué problemas se han solucionado con la lobotomía o el electrochoque? Has lesionado a la persona. Es como si tuviera dolor de cabeza y me cortaran la cabeza. Claro que no me va a doler más, pero no es la manera. 
"El manicomio de Ímola se parece a Dachau, son iguales. Cogen a las personas, las meten allí y las controlan. Si el control no es suficiente, las matan"
Ahora supongamos que no hay electrochoque o lobotomía, pero los atiborran de psicofármacos.Hay jóvenes de dieciocho años que, después de tomar neurolépticos, tienen un temblor como si sufrieran la enfermedad de Parkinson. ¿Qué tiene que ver eso con la medicina? Eso tiene que ver con los campos de concentración. Los campos de concentración fueron construidos teniendo a los manicomios como modelo. No es sólo idea mía, Thomas Szasz lo dice. 
El manicomio de Ímola se parece a Dachau, son iguales. Cogen a las personas, las meten allí y las controlan. Si el control no es suficiente, las matan. Las personas aparentan no entender qué pasa en las clínicas psiquiátricas. Cada uno piensa, con su falta de sentido crítico: "A mí eso no me puede pasar, ésas son otras personas, yo soy distinto". Durante el período de los campos de concentración, no hubo muchas personas que se dieran cuenta de lo que estaba pasando en Auschwitz, Dachau..., porque las personas conformistas no quieren ver los horrores de la estructura social, hacen como si no existieran.

Locura y peligrosidad

A mí me han pegado dos veces los enfermeros, y una vez un ciudadano. Pero podría haber pasado también que me hubiera pegado un interno porque, si me ponen una camisa de fuerza durante diez años, luego no hay que sorprenderse porque, cuando salga, pegue a alguien.  

Psiquiatría e historia

"Hitler estaba loco", lo dicen los que vienen después de Hitler, no los que estaban debajo de Hitler. Hitler tenía de su parte a personas como Heisenberg, Furtwängler, Richard Strauss. ¿Qué significa que estuviera loco? No significa nada. Lo dicen porque, si tuvieran que hacer un examen crítico de la historia, tendrían que decir que tenemos responsabilidades. Decir que estaba loco es una manera de evitar hacer un análisis crítico. 
¿Entonces Truman, cuando ordenó lanzar la bomba atómica, cómo estaba? Como él ganó la guerra, nadie dijo nada. ¡Arrojó dos bombas atómicas! La psiquiatría sirve siempre para liberarse de los problemas en vez de enfrentarlos. 

Niños e "hiperactividad"

Tengo experiencia directa en EE UU. Fui cuando Szasz me dio su premio en 2005. Tuve reuniones con algunos padres. Unos padres me contaron que tenían un hijo de doce años que iba al colegio y un día les enviaron un aviso para decirles que su hijo era demasiado inquieto, despistado, ese tipo de cosas, y querían ponerlo en manos de un psicólogo. Ellos dijeron que no, "nuestro hijo está bien tal como está". 
El niño tiene que ser niño, hay que preocuparse si no es vivaz, no si se mueve mucho, porque el moverse –lo digo como médico– es importante para el crecimiento. Entonces la escuela amenazó con expulsar al hijo. Ellos, ya que no tenían suficientes recursos económicos como para cambiar de escuela, cedieron: lo mataron. Le dieron Ritalina y murió intoxicado. Perdieron a un hijo de doce años. No hace falta poner otros ejemplos.

Relación médico-paciente

Cuando un médico no consigue entender el porqué de unos dolores, en vez de profundizar y entender de dónde vienen estos dolores, piensa en seguida en el psicólogo. Dice "quizás usted tiene carencias. No se lleva bien con su marido. Está preocupada por sus hijos, etc". Pasan al plano psicológico un problema físico, con el riesgo de no darle la importancia que merece. 
 
Cuando estaba en el segundo año de universidad aquí en Florencia, un día estaba con un grupo de estudiantes y el profesor se acercó a la cama en la que había una chica. Pidió a la chica que se desnudara porque tenían que explorarla. La chica dijo que no quería desnudarse para que todos la exploraran. Entonces el profesor trató de obligarla. Yo, desde la última fila, me abrí paso entre todos los estudiantes, fui hasta el profesor y le dije: "Usted está aquí al servicio de esta persona y no tiene derecho a obligarla a desnudarse delante de todos si no quiere, es es una prepotencia inaceptable". 
Se armó un tremendo jaleo: los estudiantes se asustaron, el profesor se enfadó conmigo, yo me enfadé con él. Mientras tanto,  a la chica la dejaron en paz. Esto lo cuento para explicar que yo tenía asumido que la persona no puede ser manipulada o explotada. Tiene que ser respetada, aún más cuando depende de nosotros.

La medicina es autoritaria

Siempre lo he afirmado. Recuerdo que Edelweiss Cotti a veces me decía: "No sólo los manicomios, sino también los hospitales tendrían que ser abolidos". Porque en los hospitales hay una estructura jerárquica con la diferencia que, de allí, uno por lo menos sale. Aunque sufra humillaciones, puede ser que termine bien. En cambio, la psiquiatría es como un pulpo: cuando a uno le cogen ya no se sale, o raramente, o con dificultad.